Algunas lectoras me han preguntado por ideas para los preescolares:
Hagan collares con cuentas grandes de
madera y cordones de zapato. Estas pueden rehacerse una y otra vez.
Ornamentos de masilla con moldes de
galletas.
Coser bolsas de arpillera (burlap) con
agujas grandes, bordar con hilo y lazadas.
Hacer un llavero con clavitos, madera y
ganchillos.
Pintar macetas y poner una planta.
Tallar jabones con cuchillos para
mantequilla.
Esto no significa que los
niños pequeños no deban tener oportunidad de cortar y pegar con
papel. Estas actividades pueden ayudar. Es la sobreabundancia de este
tipo de trabajo en lo que se nos alerta. También, creo que como
padres podemos sentir que necesitamos estructurar todo para nuestros
niños. A mi niño de tras años a menudo se le da una tijerita y
papel y crayones, y él corta y pega lo que le de ganas en su
corazón. Esto a menudo no resulta en una obra de arte y él no le da
importancia. A él sólo le gusta el proceso y aprendió un poquito
de cordinación también. Mi punto es que las madres no necesitan
hacer planes que deban seguir. Los pequeños exploran a su manera.
Esto no sólo está bien, sino que es beneficioso para su
desarrollo—sin mencionar la sanidad mental de la madre.
Creo que las amplias
oportunidades del juego natural al aire libre, debe ser nuestra
primera preocupación con los niños menores de seis años. El pasar
demasiado tiempo haciendo manualidades a menudo lleva a la
frustración a unos deditos en desarrollo. Los legos y los juegos
creativos son útiles, pero trata de ahorrártelos para los meses de
invierno, mientras tomas ventaja del clima templado tanto como sea
posible. Charlotte Mason recomendó al menos cuatro horas al día de
juego al aire libre durante el verano. Al ver el desarrollo de mis
propios hijos, veo la sabiduría de este consejo.
Un paso a la vez...