“El más común y monstruoso
defecto de la educación de hoy en día, es que los niños fallan en
adquirir el hábito de leer. Les alcanzan el conocimiento por
medio de lecciones y charlas, pero no se adquiere el hábito asiduo
de usar libros como algo interesante y de placer. Este hábito debe
comenzar temprano, tan pronto como el niño ya puede leer. Él debe
leer por sí mismo, y para sí mismo, la historia, leyendas, cuentos
de hadas, y otros materiales a su medida. Se le debería enseñar
desde el principio a pensar que una lectura de cualquier lección es
suficiente para permitirle narrar lo que ha leído, y tomará el
hábito de la lecura pausada, cuidadosa e inteligente incluso cuando
sea en silencio; porque pondrá el ojo en el significado completo de
cada oración.”
“Es un deleite para los adultos leer en voz alta a los niños, pero esto debe ser sólo una
indulgencia o un premio ocasional, permitido antes de ir a la cama,
por ejemplo. Debemos recordar la inercia natural de la mente del
niño: dale el hábito de que le lean y por seguro evitará el
trabajo de leer por sí mismo; de hecho, a todos nos gusta que nos
den nuestra comidita intelectual con cuchara, así que deberíamos
leer y pensar más por nosotros mismos y estar menos dispuestos a
correr detrás de explicaciones.”
“Un niño no ha comenzado su
educación hasta que ha adquirido el hábito de leerse a sí mismo
libros completos, al nivel de su inteligencia, con interés y con
gusto. Estoy hablando ahora de sus libros de estudio, los que
tienden a ser escritos con un estilo insufrible lleno de zonceras,
probablemente porque fueron escritos por personas que no ha tenido
oportunidad se conocer a un niño. Todo quien conoce a los niños
sabe que ellos no hablan zonceras y no les gustan, y prefieren lo que
apela a su entendimiento. Sus libros de estudio deben ofrecerle
sustancia a su lectura, sea que fuera en voz alta o para sí mismos,
por lo tanto, deben ser escritos con calidad literaria. Y con
respecto al tema de estos libros, recordemos que los niños pueden
tomar ideas y principios, sea este útimo moral o mecánico, y
procesarlo tan rápida y claramente tal como nosotros lo hacemos (o
tal vez más); pero los procesos detallados, las listas y los
sumarios embotan la perspicacia de la delicada mente de un niño.
Por lo tanto, la selección de sus
primeros libros de estudio es un tema de profunda importancia, porque
en esto se apoya el darle al niño la idea de que el conocimiento es
supremamente atractivo y que leer es encantador. Una vez que se hizo
en el niño el hábito de la lectura de sus libros de estudio con
gusto, su educación está –no completa-- pero asegurada; él
seguirá por sí mismo a pesar de las obstrucciones que muy a menudo
la escuela pone en su camino.” Charlotte
Mason
Un paso a la vez...