Tal vez puede que tengas un hijo quien
no parece disfrutar la narración oral. He notado que a mis hijos les
gusta narrar más cuando tienen a sus hermanitos narrando a su lado.
Les gusta hacerlo por turnos y jugar juegos de narración juntos. Si
tu hijo debe narrar solo, aquí hay alguna ideas que puede hacerlo
más divertido:
Toma turnos narrando con él. Incluso
puedes usar con él al jueguito de las cuentas rojas y azules. Una
cuenta para tí y una para él. A los niños les encanta corregir a
los padres.
Mantén cortos los pasajes que fuera a
narrar. No le hagas narrar un capítulo completo, sino un evento en
particular. Recuerda que tu quieres que tu hijo sienta que va bien,
no que se frustre.
No lo hagas narrar oralmente demasiado
seguido. Dos o tres veces al día es más que suficiente. No se
necesita que todos los libros sean narrados oralmente. Elige los
libros más importantes o pasajes que quieras que tus hijos recuerden
(historia y ciencias son los más importantes en nuestra casa). La
Srita Mason no tenía a sus hijos narrando de cada libro y pasaje,
pero los niños tenían que estar listos para narrar porque nunca
sabían si podrían ser llamados para hacerlo.
Ayúdalo a comenzar leyendo la primera
línea de un pasaje para ejercitar su memoria. Escribe algunos
nombres propios en una pizarra y cualquier palabra difícil o nueva.
Usa el jarrón de narración (de opciones creativas) así ella
tiene variedad de opciones para narrar.
No lo interrumpas, y si debes criticar
algo cuando termina, asegúrate de ser breve y de apuntarle aún más sobre
lo positivo.
Recuerda de mantenerlo breve, sencillo
y agradable.
Si él aun se niega, sonríe y dile que
narre. :)
Un paso a la vez...