Tengo un secreto que
confesarles...
Yo
no preparo las lecciones escolares de los niños durante la primaria.
Ninguna, nada.
Ahora, antes de que piensen que me la paso sentada mientras trabajo, escúchame por favor.
Ahora, antes de que piensen que me la paso sentada mientras trabajo, escúchame por favor.
Hubo
un tiempo, durante mi carrera profesional, en el que tenía
cuidadosamente trazado todo lo que quería que mis estudiantes
aprendieran y mucho más, planeaba exactamente cuánto aprenderían.
Pasaba muchas horas fuera del horario de clases preparando esas
lecciones "magistrales", y a mis estudiantes les
encantaban. ¡Ellos me amaban! Incluso gané premios por haber
diseñado estas planificaciones tan cuidadosamente pensadas. Me
sentía muy bien conmigo misma y feliz por mis estudiantes. Así y
todo, un día, mi querido esposo, luego de escucharme explicarle mis
métodos, me responde con un balde de agua fría: "En verdad
parece muchísimo trabajo el que estás haciendo para organizar toda
esa información por los niños. No veo los beneficios superiores del
enseñar de este modo."
¡Uf!
Quedé tambaleándome.
Me senté allí
paralizada. ¡¡¿qué no sabía él que yo era LA MAESTRA DEL AÑO?!!
Pero sus palabras no se borraban de mi mente y comencé a examinar
mis métodos. Fue unos años más tarde cuando aprendí de Charlotte
Mason y sus ideas sobre el tema.
La
Señorita Mason estaba muy en contra de las lecciones preparadas
cuidadosamente que relacionaban muchas asignaturas a la vez. Ella
sentía que esto hacía que la maestra hiciese la mayoría del
trabajo (el pensamiento), dándole la información a los niños en
cucharita, mientras creaba un ambiente de maestro-dependencia. En su
lugar, ella creía que los niños necesitaban hacer esas conexiones
por ellos mismos. Ellos mismos deben aprender a tomar el conocimiento
leyendo excelente literatura sin depender de que la maestra la
hiciese entendible. Esto los prepara para convertirse en aprendices
de por vida, ya acostumbrados al duro trabajo de obtener el
conocimiento por sí mismos. Por supuesto, la literatura debe ser
atrayente, pero estimulante.
Nosotros
desestimamos e insultamos las capacidades de los niños haciendo por
ellos la mayoría del pensamiento y de la asimilación.
"Las
ideas de Herbart sobre psicología son enormemente satisfactorias y
apelan a los maestros. Como ningún otro grupo de personas, ellos
están naturalmente ansiosos de hacer lucir su profesión como
insdispensable. La psicología de Hebart demuestra que cada niño es
una nueva creación, capaz de ser moldeado completamente por la
maestra. Si la maestra aprende simplemente como hacerlo, ella puede
reunir la mejor colección de ideas, con la secuencia más eficaz, de
modo que estas formen grupos en la mejor forma pre-ordenada.
Entonces
el trabajo está hecho. En la mente del estudiante, la masa de ideas
más fuertes y poderosas toman el mando, y si el maestro ha
seleccionado ideas beneficiosas, entonces, viola!, el estudiante se
convierte en un hombre hecho y derecho, un hombre educado...
Su
teoría saca del maestro el peso completo de la educación. Con tanta
responsabilidad, la personalidad del maestro se convierte en una
fuerza importante en la educación. Esto da un trabajo desafiante,
creativo e interesante a los maestros que son inteligentes, dedicados
y que tienen una esperanza pasional por hacer el mundo un poquito
mejor de lo que lo encontraron, educando niños a un nivel superior.
Seguramente esta visión será atractiva para las maestras. Esto
agrada a los consejos educativos y a los directivos escolares
también. Piensa en cuanta influencia tienen las maestras si son
vistas como las fuentes del conocimiento, y todo lo que necesitan
hacer es abrir el grifo y dejar que fluya desde ellas mismos. La
responsabilidad es depositada totalmente sobre la maestra en lugar
del alumno. Las lecciones se vuelven entretenidas y divertidas con el
objetivo de mantener la atención del alumno...La maestra es alentada
por pequeñas evidencias de éxito cada día, un éxito que ha
causado su propia astucia, habilidad y desenvolvimiento para aclarar
algunos puntos a sus estudiantes. Digo "ella", porque las
mujeres parecen sobresalir en este tipo de enseñanza, aunque muchos
hombres maestros lo hacen muy bien también. ¿Y qué acerca los
niños? Ellos están entretenidos y disfrutan del entretenimiento. A
ellos les gusta su maestra porque ella pone tanto esfuerzo en atraer
su atención. Mientras todo está sucediendo, luce maravilloso,
¿quién podría culparlos? Pero luego, las personas reflexivas, se
desalentarán y se preocuparán por este tipo de educación."
Luego ella cita a un cierto Sr. Paterson,
"
Demasiado aprendizaje, sin requerimiento de ningún esfuerzo de parte
del estudiante. El maestro trabaja demasiado para usar todo su
entrenamiento y experiencia, pero los estudiantes no hacen nada. Si
la educación es demasiado simple, entonces a los estudiantes se les
roba el desafío de la actividad mental en el aprender. Aprender
puede ser un desafío difícil, pero el ejercicio enseña al
estudiante a concentrarse y a trabajar independientemente. El
estudiante debe ser dejado solo con el libro, de modo que él sea
forzado a poner toda su atención en las palabras aburridas que tiene
en frente. No debería haber alguien justo allí para parafrasear o
hacerle recordar más facilmente con trucos mentales. Un joven
prometedor que se graduase podría tener un trabajo en el
ferrocarril. Este le requerirá sentarse y memorizar el código
Morse. Tal vez el único trabajo escolar que ha hecho por sí mismo
fue leer algunos poemas emocionantes, lo cual difícilmente entrena a
la mente a perseverar cuando el trabajo parece arduo. Èl encontrara
difícil aprender el código.
...La
lectura silenciosa es programada por una media hora, pero debería
estar programada regularmente, porque leer a uno mismo es mucho más
valedero que escuchar una lectura en voz alta.”
Eventualmente, me di cuenta que durante mi
carrera, había tratado a mis niños como pichones, masticando su
comidita primero y alimentándolos poco a poco como si ellos no
pudieran con este proceso de “adquirir conocimiento”. Todo
dependía de MI para que los niños entendieran realmente las ideas y
adquirieran el conocimiento. NO MÁS.
No se acerca de tí, pero yo encuentro esto
liberador como una madre que debe usar muchos sombreros a diario. No
tengo que ser una maestra “dotada” en enseñanza para educar
adecuadamente a mis hijos. También, al elegir este método, estoy
protegida de agotarme y veo que tengo más tiempo en mis manos para
seguir otros intereses en mi vida en lugar de enseñar por 6 horas al
día durante los muchos años venideros. Es más, no es sólo
aceptable aflojar las riendas, sino que el hacer el trabajo mental de
tomar y asimilar el conocimiento es LO MEJOR PARA MIS HIJOS. Ya no
estoy en la primera fila del carro, sino a su lado para guiar la
rienda de vez en cuando.
¿Esto significa que nunca hago planes más que
el tener que el de leer libros a mis hijos? NO. Veo el vocabulario
posiblemente dificultoso (cuando lo pienso), a menudo encuentro mapas
interesantes, a veces enlaces en internet y ocasionalmente una
actividad, pero esto no es lo mismo que “la lección cuidadosamente
preparada”. Discutimos sobre algunos personajes y dilemas en
nuestras lecturas en voz alta. Sin embargo, mayoritariamente, mis
hijos sólo disfrutan de la literatura.
La
Srita. Mason tiene mucho más que decir acerca de este fascinante
tema. Si esto es difícil de asimilar para tif, te
invito
a leerlo por ti misma antes de llegar a una conclusión.
Sólo hice mención de sus razones. Aunque ella
estaba en contra de las lecciones detalladas, ella pensaba que
historia debía ser enseñada cronológicamente, y las selecciones de
literatura de los niños, debían igualar, a menudo, el período que
estaban estudiando. Así, habría una leve correlación de
asignaturas.
Un paso a la vez...