Desafía a tu hijo con la Grandeza




“Un hábito se vuelve moralmente obligatorio en proporción 
al poder inspirador de la idea que lo subyace.”
Charlotte Mason vol. 3

La razón más importante y simple por la que me gusta la filosofía de educación de Charlotte Mason, es porque está basada en la creencia de que todos los hombres, mujeres y niños, esclavos o libres, pobres o ricos, inteligentes u ingenuos, son creados en la imagen del Creador y llevan su sello de grandeza (Génesis 1:26). Es cierto, nosotros lo rechazamos, perdimos nuestra posición y caimos de cabeza en la oscuridad. Esta constatación llevó a Isaac Watts a escribir, “¡Ay!, y mi Salvador sangró por mi, semejante gusano!” No obstante, Winston Churchill dijo algo realmente profundo, “Somos todos gusanos, pero prefiero ser un gusano que brilla (luciérnaga).” CS.Lewis se refirió a los humanos como poseedores de “honor suficiente para levantar la cabeza del mendigo más pobre, y con la vergüenza suficiente para inclinar los hombros del más grande emperador de la tierra.
Hemos perdido nuestra antigua gloria.

En los días de la Srita. Mason, la gente estaba muy ocupada en “salvar su sucia alma ”, en lugar de llevar a los niños dentro del reino de Dios. Charlotte sabía que los niños tenían tendencias hacia lo malo tanto como hacia lo bueno, y ella propuso que lo malo dentro del niño debe morir de hambre mientras alimentamos su mente con un saludable conocimiento espiritual, de modo que la imagen del Creador, una vez más, fuese evidente. Aquí ella no se refería a la salvación (escribe sobre el sacrifico de Cristo por nuestros pecados en otros escritos), ella estaba solamente propiciando una base con la que trabajar, una base de buen carácter. (vol 6)

Tan pronto como mis hijos fueron lo suficientemente mayores para entender de cuál seno provenían, y que este los está llamando a volver a Él, comencé a razonar con su alma, recordándoles este gran y bello pensamiento: “ Estas hecho para ser un príncipe -o una princesa- de Dios, Él es hermoso y santo y quiere que algún día reines con Él. Pero la tierra es nuestro campo de entrenamiento. Él te ama mucho, no lo defraudemos. Hagámoslo sentirse orgulloso de nosotros.”

Si sus hijos logran asirse de esto, tendrán una visión de la grandeza. Verás que se automotivarán por hacer lo mejor, sea que hagan sus lecciones, tareas hogareñas, o en sus relaciones con otros. Por supuesto mis hijos lo han olvidado a menudo, y yo a menudo se los he recordado, y aprendí que un amable recordatorio de semejante y asombrosa verdad, hace mucho más que mis miradas de disgusto y mis duras reprimendas.

No ayudamos a nuestros hijos si esperamos que ellos hagan su tarea cada día sin una razón valedera. Por el otro lado, diciendo “te llevo a tal lado si tú haces todas tus tareas y no te quejas por una semana completa”, les damos un motivador humillante. Porque esencialmente, al extender tal zanahoria, estamos asumiendo que el niño sólo puede interesarse por los placeres temporales y fugaces de la vida. Pero los niños son capaces de pensar en grande y lograr grandes hazañas, tal como pueden hacerlo los adultos. No subestimemos las almas a nuestro cuidado. Es una responsabilidad asombrosa el ayudar a la piedra a mirar hacia la roca de la cual fue cortada y verla convertirse en un diamante. 


Un paso a la vez...