Como crié una escritora profesional sin un programa de composición

En un artículo previo, expliqué que los niños no necesitan un programa de composición para convertirse en buenos escritores. De hecho, los programas de escritura a menudo obstruyen el progreso, porque causan que los niños piensen que escribir es como las matemáticas y todo lo que necesitan es una fórmula. El hecho es que escribir es un arte, no una ciencia.
Escribir necesita estructura, pero esto puede aprenderse en un tiempo relativamente corto. Lo que realmente se necesita hacer para ser un escritor verdaderamente bueno, es leer abundantemente literatura con una calidad superior, y muchas horas de práctica.

Los programas de composición pueden también robarles a los niños la alegría de jugar con las palabras. El escribir se vuelve a menudo un trabajo complicado, pero puede ser a la vez disfrutable. He criado exitosos escritores simplemente aplicando los métodos de Charlotte Mason. No escogí lo que me gustaba, sino que con fe seguí todas sus sugerencias. Esto es extremadamente importante de entender. Contrariamente a lo que algunos sugieren, la narración por sí sola no es suficiente. Me gustaría explicar como lo hice usando una de mis hijas de ejemplo, porque a veces, las situaciones prácticas de la vida diaria pueden clarificar los procesos difíciles. Veamos brevemente sus experiencias con la escritura desde el inicio hasta su graduación de secundaria.

Los años de pre-escolar

Cuando Bryana era muy chiquita y no leía aún, mi esposo y yo preparamos una pequeña biblioteca de libros premiados para niños, con ilustraciones, y los leíamos en voz alta una y otra vez. Elegíamos cada título cuidadosamente. No ibamos a la biblioteca cada semana porque creíamos que una buena biblioteca que consistía en unos cuantos libros de calidad era mejor que un libro al día que fuese meramente sonzo. Gradualmente llenamos un estante y usamos estos libros por varios años. A veces cuando leíamos en voz alta le señalaba las palabras. Bryana aprendió a muy temprana edad que las palabras tenía un significado y eran divertidas.

Incluso cuando le enseñé a leer, tuve cuidado de no truncar su amor por la palabra escritura y me contuve de aplicar mucha instrucción fónica y hacer lecciones largas. Ella practicó leyendo cada día, pero sólo por algunos minutos. Cuando ella comenzaba a cansarse, inmediatamente parábamos. ¿Por qué te estoy diciendo esto? Porque quiero dejar en claro que los buenos escritores aman las palabras. Si desde el comienzo introduces palabras de una manera agradable, tus hijos luego serán menos renuentes a ellas. La instrucción de lectura debe ser divertida. Si no, estás haciendo lago mal. No te lo tomes tan a pecho al enseñar a tu niño a leer; relájate y disfruten juntos del proceso.

Primeros años de la primaria

Hasta que Bryana tuvo ocho años de edad, yo leía en voz alta muchos de sus libros escolares porque ella estaba ocupada convirtiéndose en una lectora prolífera. Ella leía los libros más simples para sí misma y yo leía en voz alta los clásicos más dificultosos y las historias. Después que yo leía un breve pasaje, le pedía que me contase lo que podía recordar- Charlotte Mason llama a esto narración oral o composición oral. Noté que Bryana estaba formando su habilidad de composición básica por sólo el hecho de contar nuevamente lo que había leído.

Piénsalo. ¿Qué es lo que hacemos cuando escribimos una narración? Debemos recordar los hechos en el orden en el que se han sucedido. Debemos decidir que es lo suficientemente importante para contar y lo que debe dejarse de lado. Usamos las frases de transición apropiadas tales como entonces y luego. Debemos recordar nombres y lugares, y pensar sobre la causa y el efecto. Bryana estaba haciendo todo este complejo proceso de pensamiento en su cabeza y estaba relatándomelo a mí sin tener la dificultosa distracción de escribirlo todo. Después de todo, ella tenía sólo siente años y aún estaba aprendiendo a escribir legiblemente.

Después de aprender a escribir el alfabeto, ella comenzó a copiar sus oraciones favoritas de los libros que estabamos leyendo. Ella pasaba sólo diez minutos al día en eso. Eso era mayormente para practicar cursiva, pero la ayudaba a poner más atención en una oración bien formada. Así es como aprendió la puntuación básica y el uso de la mayúscula. Ella copió excelente literatura y poesía todo el resto de sus años escolares. Hoy en día ella tiene varios diarios llenos con sus pasajes y citas favoritas de varios autores. Esto es algo del material necesario para hacer un buen autor.

Los años mayores de primaria

De acuerdo con Charlotte Mason, los niños deben tener práctica frecuente, con composición oral diaria por varios años antes de adentrarse en la composición escrita. Así que esperamos hasta que Bryana tuviese casi diez años antes de enseñarle a escribir sus narraciones. Para este tiempo, ella era excelente para narrar oralmente y prolífica con el lápiz. Para ella fue mucho más fácil a esta edad hacer la transición de la narración oral al papel. Al principio, ella sólo escribía tres o cuatro líneas, pero gradualmente, ella incrementó estas narraciones escritas a una o dos páginas. Le dije que no quería un sumario aburrido, sino que incluyera detalles interesantes y usase las palabras creativas que el autor hubiera usado. Ella debía simplemente escribir su narración oral. Por supuesto ella no podía escribir todo lo que quería decir, pero no le pedía que terminara toda la narración, sólo que escribiera tanto como ella pudiese en el tiempo de trabajo que le daba, que usualmente eran unos veinte minutos.

Durante el primer año, sus narraciones estaban llenas de errores mecánicos, pero seguí el consejo de CM y resistí a la urgencia de sacar la pluma roja. En su lugar, le daba complidos por su trabajo y le señalaba sólo alguna cosa que ella debía corregir y preveer para la próxima vez. En privado anotaba las palabras mal escritas y las utilizaba más tarde en la semana para las lecciones de ortografía-dictado. A menudo no corregía para nada la narración, pero comencé a pedirle que escribiese más seguido, expandiéndola pero sin frustrarla. Cada varias narraciones, le señalaba uno o dos errores para que corrigiese y trabajase. Yo quería ser más una animadora que una crítica. Por favor, entiende que yo no sabía todo y a menudo tuve que sacar una guía de escritores para asegurarme como corregir su trabajo. La mayoría de sus errores eran simples, de puntuación y errores de uso de mayúsculas. Otros errores comunes eran el uso repetido de palabras tales como y él hizo esto y el hizo aquello. O, entonces él hizo esto, entonces hizo aquello. La corregía con la mayor amabilidad que pudiera ejercer, pero increiblemente, con el tiempo, mucha de su escritura mejoró por sí sola. Esto sucedió porque através de la narración, ella se volvió tan familiar con la literatura bien escrita, que no podía más que fluir de su pluma.

Los años de pre secundaria

Para los doce años, Bryana estaba escribiendo narraciones diarias. Su escritura se conviertió más interesante y a menudo copiaba el estilo de un autor en particular de los libros escolares que estaba leyendo y narrando. Ella también podía cambiar su estilo, dependiendo del libro y del autor. Esto es un logro increíble, uno que muchos escritores profesionales no hacen bien y que todo es gracias a la rica y variada literatura que leía.

A esta altura, le ayudé a comenzar un blog. Pensé que esto le daría un incentivo para escribir más si ella sabía que tenía audiencia. Le expliqué que ella podría llegar a tener una audiencia de miles de personas, así que debía ser muy cuidadosa de poner sus palabras en contexto y debía editarlo antes de publicarlo. Las publicaciones debían pasar mi aprobación, pero no le manejaba puntillosamente el blog. Mi único requerimiento era que lo que escribiese valiera la pena, con pensamientos motivadores. Bryana comenzó a publicar algunas de sus narraciones. También comenzó a hacer crítica de libros y películas que había leído o visto. Ella explicaba porque estaba de acuerdo o en desacuerdo con las acciones de los héroes en esas historias. Esto ayudó a su escritura a cambiar de una simple narrativa a un ensayo crítico. Su entusiasmo para escribir se incrementó notablemente, sus escritos mejoraban a cada año.

Los años de secundaria

Ahora Bryana estaba escribiendo dos o tres naraciones diarias. Ella comenzó a desarrollar su propio estilo de escritura. Esto vino naturalmente después de experimentar con muchos estilos de los que había leido y narrado. Ella aún no escribía ensayos cortos y ordenados, sino que simplemente contaba lo que leía. Alrededor de los catorce años, le pedí leer Strunk and White’s, Elements of Style, pero ella nunca dejó de narrar oralmente por completo, sino que esto se volvió más informal. Ella ahora podía explicar lo que estaba leyendo en la cena o en una conversación casual.

Charlotte Mason creía que este era el momento oportuno de enseñar a los estudiantes como escribir ensayos formales. Un ensayo formal tiene una introducción y una conclusión definida. Se enfoca en relatar, describir, explicar o defender algo. Puede que tenga otros propósitos, pero estos son los más comunes. Después de años de escribir narraciones, Bryana fácilmente aprendió como transformar una narración en un ensayo formal ordenado.

Para explicarle el proceso utilicé el sitio :
http://grammar.ccc.commnet.edu/grammar/composition/composition.htm
Una vez al mes practicaba escribiendo un ensayo formal usando el tópico que le interesaba, o lo de sus libros. Esta nueva habilidad fue de especial ayuda cuando tomó su exámen de SAT para entrar en el college. Generalmente, los programas de composición enseñan esta habilidad en un período de tiempo de varios años y cobran una buena cantidad de dinero también. Quiero dejar esto bien en claro, esto es completamente innecesario. Se que habrá muchos que hablen sandeces allí afuera y quieran convencerte de que necesitas ese programa popular de escritura con estructura. Pondrán gran énfasis en tus miedos e inseguridades. Después de todo, son profesionales y tú sólo eres un padre. No les creas. En su lugar, escucha a muchos autores exitosos. Ellos están de acuerdo conmigo que los programas de escritura no hacen a los buenos escritores. El leer grandes cantidades de excelente literatura y escribir, escribir, escribir, es lo que hace a los grandes escritores. Estoy de acuerdo con ellos porque también he visto el resultado, una y otra vez.

Antes de que Bryana se graduara del secundario, ella estaba escribiendo para dos periódicos de política, y varios de poesía. Ella publicó su primer libro en el 2002. Hoy, escribir es una pasión para ella. Ella escribe para comunicar la verdad.
Mis otros tres hijos también son escritores exitosos. Ellos son todos entusiastas de su oficio y sienten la necesidad de escribir porque tienen algo importante que decir. Cada uno de ellos pasaron por el proceso simple y holístico que he descripto. Quiero alentarte a confiar en los métodos de Charlotte Mason de leer una amplia y variada literatura de excelente calidad, e imitar a los escritores brillantes através del trabajo de copiar, de narraciones orales y escritas. Si tú aplicas estos métodos con fe y apropiadamente, entonces tendrás buenos escritores.



Un paso a la vez...