¿Qué Sucede Si Aún No se Interesan en Sus Libros Escolares?

Estoy aplicando los métodos de la Srita Mason pero mis hijos AÚN ASÍ no se interesan en sus libros. ¿¡Me ayudas!?


Cada familia tiene sus propias fortalezas y debilidades, así que afortunadamente, no puedo responder a esta pregunta para cada familia en particular. Sólo puedo ofrecer sugerencias para ayudarte a diagnosticar mejor el problema y encontrar una solución personal. PUEDO ASEGURAR también que esto no tiene nada que ver con que el método de CM no sea compatible con el estilo de aprendizaje de tus hijos.

Recuerda que la mitad de una exitosa educación en el hogar se basa en alimentar las mentes de tus hijos con IDEAS, más que con datos vacíos. Pero la otra mitad se sustenta de establecer HÁBITOS. No necesitas un currículo diferente, necesitas trabajar en establecer hábitos de obediencia. El hacer la escuela más divertida al proveer manualidades entretenidas y salidas, es sólo estar tratando los síntomas, pero no llegas a la enfermedad en sí misma. Tu hijo cojeará de por vida, incapaz de convertirse en lo que debe ser, si no aprende a fortalecer su voluntad de elegir lo que es bueno y correcto para sí mismo.

No creo que una madre pueda educar exitosamente a su hijo si no reconoce y aprende que ella es la autoridad en su vida; Y ella tiene el derecho de ser su autoridad porque así ha sido señalado por el ÚNICO que tiene autoridad sobre ella, Dios Mismo. Cuando un niño reconoce que mami TIENE que entrenarlo y disciplinarlo porque Dios así lo manda, entonces esto ayuda al niño a sumirse. Mami no es más la jefa sólo porque es más grande y más fuerte que él. Ella también tiene que obedecer la autoridad que está sobre ella.

Los niños necesitan un horario diario predecible de algún tipo. Esto los ayuda a anticipar lo que sigue en lugar de andar saltando de un lado a otro como locos, y perdiendo tiempo entre materias, comidas y tareas hogareñas. Haz que el horario se ajuste a tu personalidad, sea flexible o rígida, pero se necesita poner algún tipo marco de trabajo predecible.

Baja drásticamente la ingesta de azúcar en el niño y verás los cambios. Esto ayudó inmensamente a mi hija. El azúcar da energía rápida y luego baja y el niño se vuelve lento.

Mantén las lecciones cortas y movedizas. Asegúrate de que estás alternando los tiempos de estarse sentados y de escritura, con sus materias más excitantes o activas. Algunos niños necesitan moverse más que otros. Saca esa energía, toma un recreo corto de cinco o diez minutos y baila, o mándalos a hacer alguna cosa en la casa. Piensa en escusas divertidas para moverse.

Limita la TV y los juegos de computadora. El aprendizaje real requiere esfuerzo mental. Desafortunadamente la televisión pone vaga la mente. Es casi hipnótica. De hecho, puede hacer que un niño reniegue de leer libros, simplemente porque esto requiere de un pensamiento más profundo.

Deshácete de los libros simplones. Si la mitad de tus libros son vivos, pero aún permites a tus hijos leer bastante de estos simplones, él nunca aprenderá a apreciar la frutilla del postre. Su mente preferirá las oraciones y los temas simples a los libros más dificultosos, porque es natural preferir lo fácil a lo trabajoso.

Dale a un niño tiempo de madurar gradualmente en el área de los hábitos, y dale tiempo al niño que es nuevo en el método de CM de ajustarse a un cambio completo de este paradigma en relación a obtener el conocimiento.

Limita el entretenimiento. La sociedad de hoy en día permite a una familia típica visitar el zoológico lo Lunes, ir juego de pinballs los Martes, baseball los Miércoles, natación los Jueves, fiesta de grupo homeschool los viernes, parque de diversiones los Sábados, grupo de jóvenes los Domingos y todo comienza de nuevo a la semana siguiente. No estoy diciendo que estas cosas son malas en sí mismas, pero aunque parezcan interesantes, leer Shakespeare no se compara a la emoción de todos los otros eventos que se suceden en la vida de un niño en estos días. Necesitamos eliminar algunos entretenimientos de la mente de nuestros hijos, o nunca aprenderá a preocuparse por el conocimiento, incluso si les llega en esta otra atractiva forma de libros vivos.
He sido particularmente cuidadosa de seguir mi propio consejo en este área. Debido al limitado entretenimiento de nuestro estilo de vida, nuestros hijos se entusiasman con las cosas simples- un heladito, el viaje anual al zoológico, salir a jugar, ir a la tienda con papi, leer un libro subidos al árbol favorito... Este debe ser el desafío más grande de una madre educadora en el hogar.

Por favor, no creas que mis propios hijos corren a la sala de estudios cada mañana y con todo su entusiasmo sacan sus libros y dicen, “¡Uy que bien! ¿Qué vamos a aprender hoy?” A veces ESTÁN emocionados. Usualmente les gustan las lecciones en la mañana, pero hay veces que sólo están siendo obedientes y si les ofreces una vacación al mar, probablemente dirán “SI” con entusiasmo. (Después de todo, no hay libro que hable del mar que se compare con la experiencia misma del mar.) PERO si paramos de hacer escuela por sólo unas pocas semanas, escucho a alguno de ellos decir, “nos perdimos mucha escuela,” o ellos terminan pasando su tiempo libre educándose a sí mismos, porque el deseo y el hábito están en su lugar. Ellos disfrutan de aprender.
Al final de un típico año escolar, al fin de la primavera, ellos ya se comen las uñas por llegar a las vacaciones de verano. Nos permito un espacio de seis a ocho semanas, pero inavitablemente después de cuatro semanas de hacer lo que les place, quieren comenzar de nuevo.

Otro ejemplo: Hablé con mi hija de 13 años hace dos tardes atrás; mientras estaba escribiendo este artículo ella leía sobre mi hombro y comentó, “cuando comencé las narraciones escritas eran tan difíciles. Me aburrían. Ahora me encantan. Las palabras flotan de mi pluma sin tanto esfuerzo estos días. Realmente me alegro de haberlo seguido.”

Este es todo el entusiasmo que espero de la tarea rigurosa del aprender. Estoy contenta con el enorme gusto que demuestran en estos tiempos en que tantas cosas emocionantes están compitiendo por sus intereses.



Un paso a la vez...